Para muchas familias bolivarenses y del mundo, la pandemia dejó secuelas que de una u otra manera, fueron el motor para empezar a ver la vida desde otra perspectiva, proponiéndose un nuevo comienzo y sobre todo incursionando en novedosas actividades que les permite hasta hoy, sobrellevar una situación económica estable en cada uno de sus hogares.
Cesar Vinueza, junto a su familia es un caso real de aquello, luego de afrontar la pérdida de su trabajo como guardia de seguridad, emprendió en un pequeño negocio que día a día va creciendo gracias al apoyo de quienes deciden aportar con la compra de su producto, la tradicional colada morada.
Junto a su compañera de vida, Cesar inició hace 3 años la comercialización de la bebida, pero de manera esporádica, pues la época era de confinamiento y un poco ineficaz en cuando a la venta. Pero como lo recuerda el emprendedor, un primero de septiembre de 2021 salió de su hogar decidido a diariamente expender todo lo elaborado.
El lugar para el oficio es muy estratégico, ya que lo realiza en la parada de buses del sector Llacán Grande, en la vía que conecta Chimbo-Guaranda, un sitio muy transitado por propios y extraños y que varios de ellos, ya se han vuelto clientes fieles de Cesar.
Actualmente, los días de comercio son de jueves a domingo en horario de 10 de la mañana hasta la tarde, todas las semanas sin interrupción, convirtiéndolo en una parada segura para quienes consumen esta deliciosa bebida que por lo general es preparada en noviembre tradicionalmente, pero que gracias a Cesar y su familia, es posible degustarla cuantas veces desee, en el año.
La aspiración del emprendimiento es poder crecer y abrir un kiosco en la misma ubicación, debido al conocimiento que la gente tiene ya del producto y de quien lo comercializa, “Las personitas ya nos ubican, les piden a los carros que les dejen donde venden la colada morada y las camionetas o los buses ya saben, es porque estamos en un lugar muy vistoso”.
Antojos y delicias como éstas no se pueden dejar pasar y más cuando se las tiene al instante. Beber de la rica colada morada en cualquier instante ya no es problema. Cesar, con letrero en mano y junto a su pequeño espacio de venta en el sector Llacán Grande, está siempre a las órdenes.
Porque en Bolívar, nuestra gente es emprendedora.
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