El muralista que transforma paredes en obras de arte
Desde la parroquia Santa Fe, René Quilligana, conocido como “Frog 23”, ha transformado su pasión por la pintura en un arte que da vida a muros, calles y cualquier superficie que permita expresarse con colores vibrantes y formas únicas.
Este joven talento, con un estilo libre y auténtico, ha encontrado en el aerosol su herramienta predilecta para dejar su huella en la ciudad.
Desde niño, René mostró una habilidad especial para el dibujo, plasmando sus primeras obras en cuadernos y carátulas escolares. Gracias al apoyo incondicional de su familia, sus primeras "lienzos" fueron las paredes de su hogar, donde pintó imágenes religiosas que marcaron el inicio de su viaje artístico.
Con el tiempo, su curiosidad y talento lo llevaron a explorar nuevas técnicas y materiales, desde acrílicos hasta la pintura en aerosol, que se convirtió en su gran pasión. A los 16 años, comenzó a dedicarse al grafiti y el muralismo, experimentando con estilos como WildStyle.
Para René, cada obra es una oportunidad de mostrar su esencia, un arte sin ataduras que fluye con naturalidad. “No sigo reglas estrictas, mi trabajo busca reflejar quién soy y lo que siento”, afirma el artista, quien ha embellecido las calles de Guaranda con murales que no solo decoran, sino que cuentan historias y celebran la identidad local.
Más allá de su talento, también es un ejemplo de perseverancia y dedicación. “Es importante apoyar a los niños y jóvenes para que descubran sus habilidades, como me pasó a mí”, comentó con humildad. Su historia es un llamado a reconocer y fomentar los talentos desde temprana edad, para que estos florezcan como lo ha hecho su arte.
René Quilligana, podría considerarse un artista de calle, que ha sido testigo y muestra de cómo la pasión, el talento y el apoyo pueden transformar vidas, que a su vez convierten espacios simples en autenticas obras de arte.
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