Washington Fernandez
- Jhoselin Peña
- 30 mar
- 2 Min. de lectura
“Sandunga” el sastre de San José de Chimbo que hila tradición y elegancia
En cada puntada y en cada dobladillo, Washington Fernández, mejor conocido como "Sandunga", ha tejido una historia de esfuerzo, dedicación y amor por la costura. Desde su querido cantón San José de Chimbo, ha dedicado más de 40 años a un oficio que no solo viste cuerpos, sino que también llena de orgullo a quienes lo practican con pasión.
Su historia inicia desde muy corta edad, cuando con la guía del gran maestro Miguel Quingatuña descubrió el arte de la sastrería. Mientras muchos en su comunidad se inclinaban hacia la agricultura, el joven Washington soñaba con un oficio donde pudiera mantener las manos limpias y trabajar bajo sombra, como una expresión también para dedicarse a otra actividad. A los 15 años ya dominaba la confección de pantalones y diversas prendas, demostrando que su talento iba más allá de la simple curiosidad.

A los 18 años partió a la capital para perfeccionar su técnica y ganar experiencia, pero su corazón siempre perteneció a su tierra. Dos años después, regresó a su "Chimbo querido", donde junto a su mentor pulió los últimos detalles antes de independizarse. Desde entonces, su taller ha sido su segundo hogar, un espacio donde la tradición sigue intacta y cada prenda lleva su sello de calidad.
Ubicado en las calles Veintimilla y Guayas, cerca de la emblemática plaza "La Merced", su taller es un rincón donde se respira historia. Entre cintas métricas, planchas antiguas y tizas de sastre, "Sandunga" recibe a su clientela con la calidez de siempre. Muchos de sus amigos de la infancia, compañeros de colegio y clientes fieles lo consideran más que un sastre, un confidente y un símbolo del buen vestir en Chimbo.

Hoy, a sus 60 años, Washington Fernández sigue siendo el mismo hombre alegre y lleno de vida, dispuesto a conversar con quien cruce la puerta de su taller. La confección, representa para él su oficio de vida, además que le ha permitido sacar adelante a su familia y construir una vida llena de satisfacción. Con cada traje que crea, con cada historia que escucha y con cada hilo que costura, "Sandunga" sigue creando la tradición de un arte que nunca pasa de moda.

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